Celebración en Caldas por el retorno a España del rey Fernando VII -1814-

En 1808 Napoleón invadió España y tomó preso al rey Fernando VII, colocando en su lugar a José Bonaparte. En marzo de 1814 el emperador francés, viendo que la guerra con los españoles se encontraba perdida, consintió que el destituido Fernando VII regresara a España. Sus partidarios y las clases populares, que habían puesto a Fernando VII el apodo de “El Deseado”, por considerarlo un símbolo de resistencia frente al ocupante francés, celebraron el regreso. Más tarde el monarca, también conocido como el rey Felón, por su deslealtad, aboliría la Constitución de 1812 aprobada en su ausencia, restauraría el absolutismo y perseguiría a los liberales.

Fernando VII

En el periódico editado en Santiago, “El Sensato”, el jueves 26 de mayo de 1814, se dio cuenta de los actos de celebración habidos en Caldas con motivo del regreso del soberano:

“Cuando la villa de Caldas de Reyes, provincia de Santiago, supo por papeles públicos la feliz llegada de nuestro amado Monarca a Gerona, se celebró la noticia (después anunciada por las cajas de alarma) con repique general de campanas, y un Te Deum cantado por el Cura párroco y clero.

A la mañana siguiente, con asistencia del Ayuntamiento en cuerpo, se cantó una Misa en la iglesia parroquial de Santo Tomás, donde su cura párroco D. Bernardo Caamaño, bien conocido por sus escritos por su constante lealtad al Rey, hizo una tierna, enérgica y sabia exhortación.

Concluida la Misa hubo descargas de fusilería y cañones de montaña, que hicieron dos compañías de granaderos de alarma; a la tarde una pública rogativa, y de noche iluminación. Otras mayores demostraciones de júbilo se hicieron con el anuncio del manifiesto de S.M., quemándose la Constitución y practicándose con el código cuantos desprecios y burlas podía inventar el odio de estos fieles vasallos de S.M.”            

Se añadía en el periódico “Ha sido tan general hasta en los últimos lugarcillos y rincones de Galicia la irrisión y desprecio de la maldita Constitución, que no es necesaria otra prueba para que el público se convenza de cuanto tenemos escrito en nuestro periódico en favor de la constante fidelidad de los gallegos a su Rey, y de cuanto han mentido los marcialistas en sus papeles incendiarios, comprometiendo el honor de unos vasallos, los más distinguidos en los heroicos sacrificios de esta guerra…”.

“El Sensato” era un periódico defensor de ideas absolutistas que arremetía contra los franceses y los afrancesados y que mucho contendió con los periódicos liberales de aquellos años, con los que libró duras batallas, entre otros con “La Gazeta Marcial y Política de Santiago”.

El primer número del “El Sensato” vio la luz, en Santiago, el 15 de agosto de 1811. Fue uno de los periódicos de más larga vida entre los de su tiempo. Sus artículos eran reproducidos frecuentemente, por colegas de importantes capitales españolas. Fue ideado y fundado, en defensa de Fernando VII y de la religión, por el adicto al monarca Antonio Javier Alvarez, eclesiástico, profesor y periodista, natural de A Pobra do Brollón (Lugo).

En dicho periódico colaboraba el antes citado párroco de Caldas don Bernardo Caamaño. En su redacción figuraba también el dominico Fr. José Bentin, que asimismo formó parte de la redacción de “El Restaurador”, periódico católico y absolutista cuyo lema era la fidelidad a Dios y al Rey, dirigido por el mercedario caldense, que da nombre a la Biblioteca Municipal de la villa, Manuel Martínez Ferro.

El mismo día, en el que se informaba en “El Sensato” del regreso del monarca, se anunciaba además la noticia del fallecimiento en Madrid del cura de San Esteban de Saiar -Caldas- y exdiputado, Buenaventura Domínguez, con las siguientes palabras “digno de nuestra memoria y gratitud, que ha llenado sus deberes a satisfacción de todos los buenos, y siempre se mantuvo en defensa de la buena causa. Suplicamos a sus compatriotas encomienden a Dios a un representante, cuyos disgustos y trabajos por la buena causa, habrán tal vez anticipado su muerte”.

Buenaventura Domínguez había sido incluido en las listas de candidato a diputado en las elecciones de 1813, probablemente, en atención a su colaboración en la lucha contra los franceses, como hicieron cientos de sacerdotes gallegos. Para tomar posesión del acta tuvo que coger un barco que lo llevara hasta Cádiz, pues la mitad del país seguía ocupado por las tropas francesas. Fue uno de los diputados gallegos partidarios de que Fernando VII asumiera el poder absoluto, firmando el Manifiesto de los Persas.