Noticias en la prensa de los principios del Foot-ball caldense

“En Bueu, Villagarcía, Santiago, Coruña y otros puntos se juega al foot-ball. También se piensa organizar un “Club” en Caldas de Reyes, así como en Ribadavia”, se informaba el 3.7.1906 en “La Correspondencia Gallega”, y, unos meses más tarde, se comentaba en el mismo periódico de Pontevedra “El número de los aficionados al “foot-ball” va en aumento, pues son muchos los jóvenes que se dedican a esa diversión higiénica, que promete ser durante el curso una de las diversiones predilectas del elemento escolar”.

La prensa en España y Galicia comenzó a dar con frecuencia, en los primeros años del siglo XX, noticias referidas al deporte del foot-ball. Algún tiempo atrás, el 2 de marzo de 1894, se había publicado la que posiblemente sea la primera información en un periódico gallego. En “El Anunciador” de A Coruña se comunicaba a los lectores que en terrenos de A Gaiteira se iba a verificar al día siguiente el juego del “Foot-Ball” entre los socios del British Lawn Tennis Club y los del Sporting, invitados estos por el cónsul inglés. Se trató solo de un ensayo para jugar otro día un match en toda regla. Concurrieron muchas personas de la buena sociedad coruñesa, siendo numerosa y lucida la representación femenina.

Campo de foot-ball de A Gaiteira

En la popularización del futbol en Galicia intervinieron diversas circunstancias. Por una parte la práctica de dicho deporte por trabajadores ingleses y marineros y oficiales de la Royal Navy, que fondeaba con frecuencia en los distintos puertos de la costa gallega; por otra, la vuelta a casa, una vez terminados sus estudios en Europa, preferentemente en Inglaterra, de estudiantes gallegos pertenecientes a familias acomodadas que tuvieron la oportunidad de ejercitarse en el fútbol. Y un hecho clave y trascendental, la aprobación en 1904 de la Ley del Descanso Dominical, que facilitó la disputa de los partidos en domingo y permitió la asistencia a los campos de las clases populares, lo que trajo como consecuencia la difusión y fomento del deporte del balompié.            

En Caldas, como en otros lugares de Galicia, en los comienzos del siglo pasado se jugaba al foot-ball. Con el propósito de fomentar la afición se constituyó en 1909 una sociedad de “Foot-ball”. Fue nombrado presidente el que fue farmacéutico en Caldas, M. Adolfo Mosquera Ande y secretario Luis Legerén Paz, copropietario del Balneario Dávila.

M. Adolfo Mosquera Ande

Ese mismo año fueron objeto de atención en la prensa diversos partidos disputados por los futbolistas caldenses. En el diario de Vilagarcía “Galicia Nueva”, el 18 de mayo de 1909, se pudo leer la crónica de un partido amistoso jugado en el campo habilitado en A Carballeira de Caldas:

“El domingo como ya hemos anunciado, fueron a la hermosa villa de Caldas de Reyes los jóvenes que componen el “Victoria Sport Club” con motivo de jugar un match con el Unión F.C. Caldense.

Al llegar los jugadores de Villagarcía a la villa de Doña Urraca, fueron recibidos por sus contrincantes de foot-ball, con una salva de bombas y vivas muestras de simpatía.

Comenzado el partido, a los once minutos de juego, teniendo el sol de frente el “Victoria Sport Club”, A. Villanueva, del “Unión”, tiró con mucha destreza el primer goal de la tarde.

En la segunda parte del match, Antonio Vidales del “Victoria” prepara un goal que remata L. Campos.

Gándara C. del “Unión” hace el tercero y último goal de la partida, quedando vencedores los del “Unión” por dos goal contra uno.

La partida fue muy reñida y en ella se distinguieron J. Gándara, Laureano Alvarez y A. Villanueva del “Unión”, cuyo team era, además, formado por Alfredo Ellacuriaga, Jesús Legerén, Severino García, F. Souto, Laureano Bua, Ricardo Castro, Manuel de la Riva y Ramón Bua.

Actuó de juez de campo -árbitro- D. Adolfo Mosquera.

Del “Victoria” sobresalieron Domingo Porto, A. Vidales J. Rey, secundados por sus compañeros, con una labor digna de elogio.

Cuando la partida fue terminada, los jóvenes caldenses, obsequiaron delicadamente a los villagarcianos, y les han hecho una cariñosa y entusiasta despedida.

Los del “Victoria” han regresado en coche a esta población y se han acercado a nuestra redacción para rogarnos que hagamos constar el profundo agradecimiento de que se hayan poseídos por los agasajos de que fueron objeto.

Al cumplir con gusto el deseo justificado de los jóvenes del “Victoria”, hacemos votos porque estas corrientes de simpatía continúen y -termina la crónica- esperamos ver pronto entre nosotros a los simpáticos caldenses que componen el “Unión F. C. Caldense”.            

De la crónica se deduce que fue un partido disputado, pero de guante blanco, en el que quedaron a un lado las patadas, los empujones y cargas indebidas, la simulación de faltas, y los malos modos de los jugadores. Los pitos y la bronca del público tampoco estuvieron presentes. Reinó la cordialidad y camaradería entre los contrincantes de ambos bandos. Nada parecido a lo que, andando el tiempo, iba a ir sucediendo en el foot-ball, en que lo importante, para gran número de practicantes y aficionados, es ganar, no importa la manera.

Castelao

Unas semanas después, a primeros del mes de junio, el mismo periódico, con el encabezado de “Foot Ball. Las partidas del domingo”, daba cuenta del match que se jugó en el campo de A Lomba entre el “Villagarcía F.B.C» y el “Unión Caldense”, que ganó el primero por 4 goles a 0. Se decía que los caldenses habían trabajado mucho, pero estuvieron desgraciados, por desconocimiento del suelo en que jugaban. Se añadía que unos mozalbetes, maleducados y desconocedores de los deberes de hospitalidad que Villagarcía debe a cuantos forasteros nos honran con su visita, empezaron a chillar, pero el resto del público protestó inmediatamente de tales desafueros, recriminando y haciendo callar a los desconsiderados alborotadores”.

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Alfonso Club (Fot. Blog “Vella Pontevedra”)

“El Eco de Galicia” informó, el 19.6.1909, de la celebración un partido entre el Unión Caldense y el Alfonso XIII de Pontevedra, resultando vencedor el primero

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El 17 de julio de 1910 los caldenses disputaron contra el “Victoria” un partido en Pontevedra (“La Correspondencia Gallega”, 16.7.1910). Acompañaron al equipo de la villa termal muchos aficionados que estuvieron entretenidos, dado que el match resultó interesante.

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-El semanario “El Progreso” de Pontevedra, 28.5.1911-

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Foot-ball infantil, “Galicia Nueva”, 28.7.1912

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 “Galicia Nueva” anunció un partido entre el Deportivo Caldense y el Real Alfonso. Se celebró el 4.8.1918 en Vilagarcía, y lo ganó el Real Alfonso por 4-1, quedando como poseedor definitivo de la Copa Seoane, regalada por el diputado por Cambados Pedro Seoane Varela. En la alineación de los caldenses hubo nada menos que cuatro jugadores con el apellido Legerén

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En la crónica de un partido, jugado en el verano de 1919 entre el Galicia y el Deportivo de Caldas, que ganó este último por 0-1, el periodista de “Galicia Nueva” advierte a los caldenses que cuando salgan a jugar a un campo forastero procuren dejar “la claque” (hinchada) en casa y así se evitarán disgustos, porque todos los pueblos tienen su corazoncito.

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La final de la Copa Otero Bárcena disputada, el 24 de agosto de 1919, entre el Ulla F. C. y el Deportivo Caldense fue bastante accidentada, de acuerdo con la nota de protesta enviada a la prensa, para conocimiento de la afición, por el capitán del equipo caldense, Ramón Legerén Paz, y el presidente del club, Manuel G. Gándara, en la que manifestaban:

El juez de campo que arbitró fue un jugador del Ulla F.C., ciego por defecto físico y ciego por desconocimiento del reglamento. Cometió las anomalías más estupendas, no castigó a los ullistas en un sinnúmero de manos, algunas dentro del área de penal. Con el pito señalaba lo que se le ocurría, por ejemplo un off-side (fuera de juego) o faut (falta) sin serlo. Su descaro llegó al extremo de considerar un tanto válido como off-side. Empatados ambos equipos, cuando faltaban dos minutos para finalizar el partido los caldenses metimos tres veces seguidas la pelota en goal, siendo rechazada las tres veces por chiquillos que obstruían la puerta. A pesar de decir el portero y el juez de puerta que era goal, el referee (arbitro) no lo concedió. Ante semejante atropello parte de los jugadores del Deportivo fuimos a quejarnos de la conducta del referee al señor Otero Bárcena, que presidía la partida, acompañado por el secretario del Ayuntamiento, el juez y fiscal municipales del Juzgado de Valga. A pesar de que estos y algunos jugadores del Ulla nos daban la razón, el referee argumentó que los jugadores caldenses se habían retirado del campo, por lo que nos dio la partida por perdida por cuatro tantos a tres, proclamando vencedor al Ulla F.C., al que entregó la Copa.

En la semifinal del trofeo referido, que se había jugado entre el Deportivo Caldense y el Real Alfonso, presenciada en Cesures por un inmenso gentío, parece que las cosas habían transcurrido de modo distinto, para los caldenses, a lo sucedido en la final. “Galicia Nueva” informó que el partido no había resultado interesante, por el desconocimiento del Reglamento y la parcialidad del referee -árbitro-, Víctor G. García Lozano (médico, padre del escritor Borobó), en favor de los del Deportivo, a lo que había que añadir que el valioso “team” de Caldas había desarrollado un juego violento y sus seguidores habían estado incorrectos con los equipiers del “Alfonso”.

Se ve que las críticas por la actuación de los árbitros eran ya habituales y las buenas maneras se iban perdiendo.

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En las fiestas de San Roque de Caldas, en 1919, como parte del programa, se sacó a concurso, entre equipos no federados de la región, una hermosa “Copa de plata” donada por el diputado Bernardo M. Sagasta. La organización corrió a cargo del Centro Recreativo Deportivo Caldense, que aprobó las bases (firmadas por Manuel G. Gándara y Jesús Domínguez) que habrían de regir la competición, entre las cuales señalamos las siguientes:

  • Todas las eliminatorias, excepto las locales, se jugarían en el campo de la Touza de la villa. El equipo que resultara vencedor de las eliminatorias jugaría la final contra el Deportivo Caldense F.C..
  • Al solicitar la inscripción en el concurso se acompañarían las listas de jugadores, titulares y suplentes, y se indicarían los colores de los uniformes.
  • El derecho de inscripción fue de 15 Pts. por equipo.
  • Cada equipo habría de tener un delegado.
  • Los referees serían nombrados por la sociedad organizadora y el fallo de los mismos será inapelable e indiscutible.
  • Para quedarse en posesión definitiva de la copa era necesario que un mismo equipo ganase la copa dos años consecutivos o tres alternos.

“Galicia Nueva”, 11.4.1926

Por último, finalizo esta relación de noticias futbolísticas, con la información publicada por “El Pueblo Gallego”, el 19.5.1929, con el título “En Caldas de Reyes hace falta un campo de deportes”:

“El campo de esta villa denominado la Touza ha sido labrado con el fin de cultivarlo, no sin antes proponer la directiva del club al propietario el arriendo del mismo … A Caldas le han anulado el campo de fútbol (en el que también se practicaba el tenis); aquel campo en donde el famoso “Deportivo Caldense” proporcionó al pueblo tantos días de satisfacción con sus resonantes victorias sobre equipos de valía como el “Ulla” de Puentecesures; “Alfonso” de Villagarcía; “Atletic” de Pontevedra, y otros muchos. … Es penoso para un pueblo como este que cuando comenzaba a surgir potente y vigoroso fútbol, sean sus entusiasmos truncados por un hecho absurdo …”.

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